Hablar de medicina tradicional, nos lleva a pensar en muchos mitos y juicios elaborados
con el tiempo, principalmente por historias a favor o en contra de ella. ¿Pero que acaso no gran parte de las culturas tradicionales y ancestrales descubrieron el origen de las enfermedades de forma diferente y conforme a sus propios medios ambientales, sociales y culturales?
La forma en que cada cultura comprendió la vida y actuó contra la muerte, es muy particular. Todas ellas se dieron cuenta que existían diversas formas de enfermedad, aunque la cultura occidental moderna, solo observe cómo tal la enfermedad física y la mental.
Para la medicina tradicional Yòrubá dentro de la cultura Isese L'agba, la enfermedad es un ente vivo, muchos entes vivos, que sirven para poder traer equilibrio al mundo. Al estar viva, observamos que elementos le dan vida, desde un hábito alimenticio hasta circunstancias que provoquen la vida de ese ente al que llamamos enfermedad.
También analizamos lo que provoca en nosotros y en nuestro entorno ¿es acaso una enfermedad el elemento que necesitamos para ver la verdad? En muchas ocasiones, sí. Nos permite reconocer qué estamos haciendo mal, que hemos aportado, quienes nos rodean y la clase de mundo hemos formado. Entonces la enfermedad trae la verdad al enfermo y a quienes le rodean.
Solo por dejar este punto claro, no quiero decir que enfermedades graves como el Cáncer, VIH o COVID son enfermedades netamente espirituales, tal vez el ente vivo está ahí, pero llegar a él es mucho más complejo que solo asumir que se acercó a nosotros de forma benéfica, de hecho, la presencia de algunas enfermedades están relacionadas al destino. Una mala decisión, la forma en la que nos agredimos, malos hábitos o simplemente, un evento imposible de esquivar, ocasionan enfermedades físicas y emocionales, mismas que nos pueden reflejar que hemos salido de nuestra línea de destino o que estamos cumpliendo con él. Los sacerdotes y sacerdotisas de Òrìsà y de Ifá nos encargamos de analizar el origen del problema físico o emocional, desde nuestras prácticas y sistemas, buscamos entender el problema y atenderlo según el nivel de nuestros conocimientos. Para ello, podemos apoyarnos de la medicina tradicional (herbolaria, encantamientos, oraciones específicas, rituales enfocados al fortalecimiento del espíritu personal, etc) y evidentemente, reconoceremos si tenemos una limitación en el tema y remitiremos directamente a un especialista.
-Es una enfermedad que conozco y trataré. -Es una enfermedad que conozco y no trataré.
-Es una enfermedad que no conozco y no trataré.
Aquí cabe mencionar, lo más importante del ejercicio del Médico tradicional, es entender sus limitaciones y fortalezas al momento de ver a un paciente, desde la cultura Isese L'agba, es indispensable entender el sentido de comunidad en temas propios de la salud, ya que el conocimiento de cada sacerdote, permite que se pueda atender un problema desde muchas vías. El paciente y su bienestar está por encima de cualquier otro interés. Si aquella persona ha llegado contigo, es por que serás vehículo para que logre obtener la salud, desde ese momento, es toda tu responsabilidad.
La medicina tradicional Yòrubá tiene muchas formas de ejercerse, desde remedios muy tradicionales, hasta rituales específicos. Todos ellos poseen su valor médico y un sentido cultural.
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Babalawo Agbakiyegun Inmolorogun | Carlos Flores Guillén | Lider de Egbe Inmolorogun